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domingo, 19 de octubre de 2014

Pleneros "emprendedores" en Zaragoza (1)

Ahora, que tanto se oye la palabra "emprendedor", inauguramos esta sección recordando a pleneros que antes y después de la guerra civil, se establecieron en Zaragoza y tuvieron algún tipo de negocio. Serán establecimientos que por el motivo que sea, hayan desaparecido por jubilación, fallecimiento, etc. o por haber cambiado de propietarios. Si alguien recuerda más comercios, bares… estaremos agradecidos por la información.

En la calle Ramón y Cajal, enfrente del Parque de Bomberos,
se encontraba una tienda de ultramarinos propiedad de Rodrigo
Pastor y su esposa Marina.
En Ramón y Cajal, más o menos, enfrente del Restaurante
El Verrugón, se encontraba la pensión de Águeda Bonafonte,
de la familia de "los Palomitas". Águeda estuvo casada con
Feliciano Marteles Bailo, trabajador del Hospital Provincial
 y que fue ejecutado el 16 de agosto de 1936, según reza en el
"Memorial Víctimas de la Guerra y Posguerra Civil" del Cementerio de Torrero.
El patio interior de la vivienda daba al antiguo y desaparecido cuartel de
San Ildefonso, que estaba ubicado en lo que es hoy César
Augusto, junto a la iglesia de Santiago.
En la plaza de San Lamberto, se encontraba el Bar Pastor,
propiedad de los hermanos Francisco y Nemesio Pastor.
A él acudían a tomar café muchos
vecinos de Plenas cuando bajaban a Zaragoza.
También en Ramón y Cajal se encuentra el Restaurante El Verrugón,
y que Julián Ortín, fue propietario durante muchos años.
Qué decir del Bar-Restaurante Pasgón, el bar más clásico de la
zaragozana calle de San Blas, cerca del Mercado Central y muy
frecuentado por gentes de Plenas.
 Durante algunos años fueron sus propietarios Narciso Plou "Cartujo"
y su mujer Dolores Bailo "de los Minas". Todavía funciona
y a qué ritmo.
Otra tienda, pero en este caso frutería-verdulería, fue la que montó
 Isidoro Marteles  con su esposa Araceli Marteles e hijos.
Toribio es el hijo que habitualmente ayudaba.
Estaba ubicada en el Coso Bajo,
bajando a mano derecha, enfrente de la antigua Universidad,
actualmente IES Pedro de Luna.
En la calles Mártires del Tubo, se encontraba la pensión
de tío Cesáreo Gimeno (hijo del Leoncio Luño y Fernanda Bailo)
 regentada por él, su esposa Bárbara e hijos.
Más menos se encontraba por donde se ve el rótulo de Rokelin,
entrando por la plaza de España, a la izquierda.
La puerta del Plata se ve al fondo.
El Bar La Cala, que antiguamente se llamó Bar Zaragoza, está
situado en la calle Padre Manjón del barrio de Las Delicias.
Estuvo regentado por Cesáreo Gimeno y
su esposa Bárbara. En él trabajaban sus hijos. Antes de ser
traspasado lo llevaron sus hijos César y Pilarín, junto con
sus consortes, Angelines y Felipe, respectivamente.
En la calle Alicante del barrio de Torrero, se encuentra el
Bar Alicante. Fue montado por Inocencio Villanueva y su
esposa Andresa, "la Molinera". Cuando se traspasó lo llevaba su hijo
Florencio, que hasta su jubilación, cambió el oficio de camarero
por el de taxista.
Famoso por sus comidas fue Casa Luño, en el barrio de
La Almozara. Da a dos calles, a Braulio Foz y Pedro I de Aragón.
Lo montaron María Jesús Gracia Luño "la Chus", Julián Ortín Luño y
José Luis Gracia Luño. Hace algunos años lo traspasaron.
Actualmente tienen otro establecimiento llamado Casa Luño 2
en la calle Vicente Berdusán, cerca de la plaza de Roma.
Más o menos, en la calle Fuenclara, junto a la Academia Kühnel
tuvo una floristería Purificación Gracia Navarro, anteriormente,
tenía otra, en la calle Miguel Servet de Zaragoza.
En este corro de la calle Madre Sacramento,
 se hallaba la tasca-bar El Rincón del Humilde,
montado por Lucas Marteles y posteriormente traspasado.
Se hizo famoso con el nuevo dueño ya que ofrecía marisco, queso
y cualquier producto en grandes proporciones. Allí acudían con
frecuencia jugadores del Real Zaragoza y personas
relevantes de la gastronomía aragonesa.
En la misma calle de Madre Sacramento, José María Marteles
(hijo de Lucas) y su hermano tuvieron el Asador Lucas.
Llegó a tener buena fama.
En la confluencia del paseo de Teruel y Hernán Cortés,
(en la foto está Movistar, azul), también
hubo un bar llamado El Rancho Grande, regentado por
José María Marteles (hijo de Lucas) y su hermano. 
En la plaza de San Felipe, entre la Antigua Casa Fortea del
Ayuntamiento de Zaragoza y Montal, hay una puerta donde
hubo el Restaurante Fortea también regentado por
José María Marteles (hijo de Lucas) y su hermano. Cuando
cerró, fue habilitado por el Ayuntamiento para estancias
de oficinas. 

El bar de las piscinas del campo de fútbol de Torrero,
las llevaron algunos años Cesáreo Gimeno e hijos.
La foto de color es el lugar donde estaba ubilcado el campo,
en la calle Lasierra Purroy del barrio de Torrero.
La fotografía en blanco y negro, fue tomada antes de su demolición
 y está bajada de la página:
http://www.rafaelcastillejo.com/torrero.htm.
En la calle Concepción Arenal, en 1980, fundaron la Librería
Pandora, Ignacio Navarro y Concha Pérez. Estuvo abierta
cerca de dos años, hasta que se establecieron en la misma
calle la Librería Central, antiguos trabajadores de la
Librería General, detonante, que sirvió para que algunas
librerías desaparecieran del entorno.
En el paseo de Calanda, Carmelo y Pedro Bonafonte, junto
con sus esposas, montaron la segunda Cervecería Tauro.
Actualmente sus nuevos
propietarios le han puesto el nombre de Anika's.
En el barrio de Santa Isabel abrieron la primera Cervecería Tauro 
Carmelo y Pedro Bonafonte, junto con sus esposas. 
En el local del toldo blanco, María Ortín Luño abrió una
tienda-almacén de zapatos. La cerró y abrió otros establecimientos.
En la puerta amarilla, María Ortín abrió zapatería,
la cerró y abrió otra.
En este chaflán de la calle Mayor y San Vicente de Paúl,
María Ortín abrió otra zapatería. A la par, tuvo otra en Logroño.
Actualmente y desde hace muchos
años se estableció en la calle León XIII con el nombre
de Tafiletes.
Otro bar que ya no existe es el Classic III, abierto por Florencio
Plou en la calle Granada del barrio de Torrero.
En la plaza de San Pablo, del barrio del Gancho, donde
está la iglesia evangélica, hubo en tiempos,
otro establecimiento relacionado con la hostelería,
 propiedad de un vecino de Plenas. No se recuerda
el nombre.
En la avenida América número 68, de Torrero, por los años 60,
tuvo peluquería de señoras Marisol Calvo Oliván,
hija de la tía Isidra y hermana de Luis,
de profesión delineante.
Más o menos, por esta parte de la calle de San Blas del barrio
del Gancho tuvo una pensión el tío Pío (que fue alcalde de Plenas)
 con su mujer Emeteria.
Después de la guerra, no había pesetas ni hoteles ni mucho
menos en abundancia y florecieron las pensiones para gentes
que venían de los pueblos a trabajar a Zaragoza.
Estaba junto a la tienda de discos de segunda mano
"El Chispazo". Ni que decir, que el edificio o bloque,
está desaparecido desde hace muchos años.
Otro emprendedor fue Eliseo Gracia, hijo de Eliseo, "el corredor de Plenas".
Actualmente jubilado Bajó a trabajar a Zaragoza y más tarde, se estableció
de vendedor ambulante de zapatos por los pueblos de Aragón.
Más o menos, en este corro del principio de la avenida de Navarra
de Zaragoza puso una tienda de ultramarinos y pollos cocinados, Roque
Sancho "lapastora", hermano de Pascual Sancho "el Alguacil" y Luisa, mujer
de Antonio Ortín "el Chato". Años atrás, Roque se fue
a trabajar a un país sudamericano y al paso de los años, cuando regresó
 a Zaragoza, abrió la tienda a la que bautizó con el nombre de "Don Roque".
En la zona de la plaza de Las Canteras de Torrero, abrió
una peluquería de señoras Carmen Gimeno, hija de Cesáreo,
hija de Leoncio "el Porronero" y Fernanda, el mismo que fundó
el Bar Zaragoza o La Cala, en la calle Padre Manjón.
En el camino de Segalar, de Peñaflor de Gállego, tuvo un taller
de sillería clásica y moderna, hasta su jubilación, Venancio Bailo Luño,
hijo de José "el Mina" y Agustina.
Por el año 1979, Romi Ortín Sancho, hija de Antonio "el Chato",
 puso una tienda de telas en la calle Escosura de Zaragoza
llamada Retales Roma. Más tarde, una zapatería en la misma calle.
El la calle Felisa Galé, del barrio de La Jota, montaron una
tienda de ultramarinos y pan, Esteban Bailo "Jete"y su mujer
Julia Blasco. Fue al final de la década de los 70.



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